LA COMADREJA PRESUMIDA
(Fábula)
Érase una vez, una hermosa comadreja, que salió de su humilde madriguera para andar por nuevos rumbos y aventuras felices. Ella, siempre que era preguntada por su tierra natal, nunca respondía con la verdad. La interrogaba el cóndor, el picaflor, el sajino, el gallinazo, pero siempre ocultaba lo cierto bajo su delgada figura. Decía ser de un valle, de un bosque o de una pradera; pero nunca de la tierra que la vio nacer.
MORALEJA: Quien no aprendió la identidad, siempre se avergonzará de su tierra.
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