EL ROGACHI
(Fábula)
En un pequeño anexo huanuqueño vivía una pareja, cada vez que tenían un pequeño disgusto o riña, el esposo tenía por costumbre hacerse de rogar.
Una tarde, cuando el manto de la oscuridad cubría la alegre vida campestre, él se molestó porque su amada no le había servido la troncha más grande. Como era de costumbre, desatendiendo las peticiones y súplicas, esta vez se fue a dormir al pie del cerco; pensando que todo sería tranquilo como en las anteriores ocasiones.
De pronto, la quietud de la noche fue interrumpida por la aparición de un hambriento puma, que pensando haberse encontrado un carnero fuera del cerco, sin más demora, cargó al rogachi (el que se hace de rogar). Ante los gritos de auxilio acudió la familia con palos, piedras y perros; rescatándolo muy herido.
Desde aquella vez, después de tan grande espanto, nuestro amigo dejó la mala costumbre de hacerse de rogar.
MORALEJA: Muchas veces, conocedores de nuestros defectos, no nos corregimos, sino hasta que nos ocurra algo grave.
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